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    Categories: Viajes

Edam. Voledam. Barrio Jordaam (Amsterdam)

Segundo día en Amsterdam. Hoy tenemos un cumpleaños que celebrar. Motivo y pretexto de este viaje. Una vez duchados y acicalados bajamos a desayunar. Lo de siempre, leche, cacao, unas tostadas, mantequilla.. y una sorpresa!. De repente, escuchamos, a pleno pulmón, el Happy birthay. No puede ser!. Ahí que viene la otra con un bollo y las velitas colocadas encima. El resto de los huéspedes no se lo piensa y se une al cántico. Finaliza la actuación con una sonora ovación. Ya hemos dado la nota en el comedor. Terminamos de desayunar entre sonrisas y miradas del resto.

Desayunados y recuperados de la emoción ponemos rumbo a la Estación Central. Hoy vamos a visitar alguno de los pueblecitos cercanos a Amsterdam. Cruzamos el hall y nos dirigimos al fondo. Hay que subir a la planta de arriba, donde está la terminal. Después de mirar horarios, recorridos de autobuses y de intentar preguntar a un “autobusero”, que no está por la labor de ayudar, por fin localizamos la oficina de información. Está justo en un extremo de la terminal. Allí compramos el “pase” para recorrer los pueblecitos. Por 10 euros podemos subir y bajarnos cuantas veces queramos. Esperamos a que venga el autobús 312 o el 316. Decidimos ir hasta Edam. El último de los pueblos al que llega el bus. La mayoría de la gente que subimos al autobús somos turistas. Más de la mitad habla castellano. Enseguida dejamos atrás Amsterdam y media hora después hemos llegado a Edam. Una calle. Un canal. Una tienda de quesos…. Aprovechamos para comprar distintos tipos de quesos. Que para algo estamos en el paraíso del queso.  Y vuelta al autobús. Edam no parece que ofrezca mucho para ver.

Edammore
Bicicleta (Edam)more
Canal en Edammore
Canal Edammore
Detalle puerta Edammore

Siguiente parada, Voledam. Nos bajamos en la parada que está en el centro. Debe de ser día de mercadillo. Localizamos la oficina de turismo, que Voledam tiene pinta de ser grande. La señorita que nos atiende no entiende ni papa de castellano. Nos da un mapa y nos señala la zona más turística. El puerto. Y allí nos vamos. Una calle, larguísima, llena de restaurantes, tiendas de suvenires, tiendas  de quesos, un museo del chocolate…Y gente, gente y más gente. Aun así, el pueblo tiene sus encanto. El hambre empieza a apretar. Decidimos buscar un sitio para comer. Nos recorremos la calle de atrás alante. No nos convence ninguno. Al final nos decidimos por uno que parece tienen pasta y platos combinados. Los pagamos a precio de oro. Y no. No estaban buenos. Rematamos con un café en una de las cafeterías del paseo.

Voledam. Paseo marítimo

El tiempo se nos echa encima. Aun falta por hacer las compras de última hora y visitar el barrio de Jordaam. Y hay que volver al Barrio Rojo. No nos podemos ir de Amsterdam sin visitar la galería de la que nos habló Fran. Volvemos a coger el autobús y regresamos a Amsterdam. Dejamos pendiente una visita a Marken, en la otra margen de Voledam.

En Amsterdam, a la carrera, nos acercamos hasta el Magna Plaza. Elegante centro comercial, detrás de la plaza Dam, ubicado en un impresionante edificio del siglo XIX. Batimos record de permanencia en un centro comercial. En apenas diez minutos nos recorremos las tres plantas que tiene. Nada. No encontramos lo que buscamos. A la carrera nos volvemos a la Plaza Dam. Que el otro día nos pareció ver una tienda que podría tener lo que buscamos. Tampoco. La otra pareja de amigos tiene más suerte. En dos tiendas tiene zanjado el tema de los regalos. De ahí, al barrio del Jordaam. Que nos han dicho que tiene mucho rincones dignos de la mejor fotografía!. Tal vez fuese el cansancio acumulado o que el tiempo se nos echaba encima o que las expectativas puestas en este barrio eran demasiado altas… pero el caso es que no nos parece muy diferente de otras zonas que ya hemos visitado. Quizás más sosegados y con más tiempo le habríamos sacado mayor jugo. Eso sí, nos lo pateamos de arriba abajo y de abajo arriba. Pero a la carrera. Y en uno de estos paseos vemos, en una cafetería, que están retransmitiendo en partido del Athletic  Real Madrid. En Amsterdam!. Así que con la excusa del partido nos metemos en la cafetería a disfrutar de la victoria del Athletic. Y de unas cervecitas.

Barrio Jordaam

Se va acercando la hora de cenar. Entramos en un italiano que vemos de camino hacia el Barrio Rojo. Parece que está lleno, pero nos mandan al segundo piso. Saludamos a la chica. Nos responde con un “Ah, españoles. Fiesta, fiesta”. Nos sienta en una mesa y practica con nosotros el poquito castellano que sabe. La cena, comparada con la comida de Voledam, nos parece una maravilla. Terminamos de cenar y nos vamos al Barrio Rojo. Objetivo: La galería de las prostitutas. Como referencia tenemos la calle de la trompeta. Hay suerte y la encontramos rápido. A partir de ahí, seguir las indicaciones que dio Fran en el tour del día anterior. No tiene pérdida. Otro callejón estrecho con un ir y venir de tíos constante. Me siento como una nota discordante. Ala, todo sea por el turisteo. Damos con la galería. Cojo aire y para dentro. En un recinto cerrado, como un laberinto. Rojo, faltaría más. Las chicas están en las puertas de sus cabinas. Pasas rozándolas. Las miras. Te miran. Vemos a uno que habla con una de ellas y entra en la cabina. Nos acordamos de la advertencia de Fran. Coitado!. Salimos de nuevo a la calle. Hora de irse al hotel. Mañana hay que madrugar y toca volver a hacer la maleta antes de irnos a dormir.

Mariarka :Mi profesión. Profesora vocacional. Mi trabajo (cuando lo tengo). Formadora de cursos de informática. Y en los ratos libres, devoradora de libros, fotógrafa de recuerdos y vistas, organizadora de eventos familiares, incondicional de las reuniones con amigos y aficionada a descubrir nuevos rincones y lugares, cercanos y lejanos.