Ultimo día en Florencia. Puente Vecchio y Oltrarno

Domingo. Esto se va acabando. Nuestro último día en Florencia y aún nos falta por cruzar el Puente Vecchio y ver el atardecer desde Michelangelo. Así que desayunamos a toda pastilla y ponemos rumbo a las calles de Florencia. Ya nos movemos como pez en el agua.

Hoy queremos entrar a ver el Palazzio Vecchio. Con su imponente torre. He leído que todo el palacio por dentro es una maravilla. En la calle un calor asfixiante. Con la buena temperatura que hemos tenido hasta ahora!!. Persiguiendo la sombra, entre calles, llegamos hasta la Piazza della Signoria. Allí está el palazzo. Entramos. Cola para coger las entradas. Y parece que hay para un buen rato. Debería haber sacado las entradas por internet!. Deliberamos. Cola si. Cola no. Gana el “cola no”.

Museo Galileo

Salimos. Mapa en mano buscamos el camino más corto para llegar hasta el puente de todos los puentes. El Puente Vecchio. Pero de camino nos topamos con el Museo Galileo. No somos de entrar en museos, pero éste tiene cosas interesantes. Y un cartel en la entrada que promete aire acondicionado en todas las salas.

No nos los pensamos. Pa dentro. La entrada, 9 euros cada uno y te dan un catálogo con las pertinentes explicaciones. En inglés. O en italiano. Comenzamos el recorrido. Una de las salas es interactiva. Nos entretenemos un buen rato jugando con los aparatitos.

En las siguientes salas iremos descubriendo artilugios matemáticos, ópticos, astronómicos, médicos o de navegación.

Llegando casi al final, está la sala más espectacular. La de los telescopios. Ahí está el telescopio con el que Galileo descubrió, entre otras cosas, los satélites de Júpiter.

Durante casi dos horas recorremos el museo. La visita nos ha resultado interesante. Y, tal y como anunciaban en la entrada, todas las estancias tienen aire acondicionado. Y se agradece!.

Puente Vecchio

Continuamos hacia el puente. Enseguida lo vemos. No es el puente más bonito del mundo. Pero sí el más antiguo de Europa. Y eso ya le hace especial. Lo observamos desde la orilla. Es curioso ver el desorden con el que se han aposentado sobre él las “viviendas”. Arriba del puente, un corredor. Es el corredor vasariano que conecta el Palazzio Vecchio con el Palazzio Piti pasando por la Galeria Uffizi.

Pero cuando mejor luce el Puente Viejo es al atardecer, con ese color dorado reflejándose en el Arno. Como si el oro que albergan las joyerías que invaden el puente saliera por sus paredes.

Atravesamos el rio Arno por el Puente Vecchio. Las “viviendas” destartaladas y apiladas que veíamos desde la orilla se han convertido en lujosas joyerías. Dicen que son las más caras de Florencia y posiblemente de toda Italia. Curioso contraste.

El barrio de Oltrarno. Más allá del Arno

Estamos en la otra orilla del Arno. En el barrio de Oltrarno. Más tranquilo y menos turístico. Salvo en las inmediaciones del Puente.

Va siendo hora de comer. Comenzamos la ardua tarea de buscar un restaurante. Que nos guste… que no cobren el coperto… que ofrezca en su menú bisteca. Nos adentramos en Oltrarno. Buscando la sombra. Que hace un calor infernal!.

Pasamos por delante del Palazzo Pitti. Detrás deben estar los jardines di Boboli. No los vemos. En la mente una idea. Buscar un restaurante para saciar nuestra hambre y refrescar nuestros acalorados cuerpos. Más vale que tenga aire acondicionado.

Encontramos un restaurante donde nos aseguran sirven bisteca. Entramos. No hay demasiados clientes. Pedimos y probamos prueba la bisteca. Plato típico fiorentino. Lo que viene siendo un chuletón de ternera de toda la vida.Ya nos podemos ir de Florencia tranquilos!.

De nuevo a patear la calle. El calor es agobiante. Decidimos callejear por el barrio. Cuanto más nos alejamos del río menos gente. Silencio. Volvemos a las calles más animadas.

Me acuerdo de una recomendación de algún foro. Fijarse en las señales de tráfico!. Muchas de ellas han sido “tuneadas” por un artista llamado Clet Abraham. Y comienza la búsqueda y captura de ellas. Encontramos algunas. Son divertidas. Y originales.

Atardecer en la Piazza de Michelangelo

Empieza a atardecer. Hora de cumplir con otra de las recomendaciones de los foros. Subir hasta la Piazza de Michelangelo y ver un atardecer.

Hay que coger el bus nº 12. Nos vamos hasta el Puente alla Carraia, pasado el Puente Santa Trinita. Buscamos la parada Pescaia di Santa Rosa. Está un poco más adelante del puente.

Esperamos hasta que llega el bus. Viene lleno hasta las cartolas!. Todo el mundo ha debido tener la misma idea a la misma hora. Entramos a empujones. No pasamos de la puerta del conductor. Imposible pagar los 2 € que cuesta el trayecto (algo más barato si se saca en máquina).

Como sardinas en lata llegamos hasta la Piazza. Ya hay bastante gente guardando sitio para el atardecer. Desde aquí se puede ver toda Florencia!!.

Damos una vuelta. Aún es pronto para que Lorenzo nos deleite con su ocaso. Por allí, alguna terraza donde sentarse a tomar algo mientras esperas. Los precios, prohibitivos.

Mejor nos sentamos en un banco y esperamos. Mientras, un nutrido grupo de estudiantes venidos de las américas nos entretienen con diferentes poses para la foto de fin de curso. O de carrera. Vete tú a saber!.

Y poco a poco el sol se va poniendo y el cielo empieza a pintarse de amarillos, ocres, rojos… Todo un espectáculo digno de verse!!. Ha merecido la pena el “apuchurramiento” en el bus.

Regresamos. Esta vez pagamos religiosamente los 4 euros. El bus nos deja en la estación de trenes. De ahí nos vamos en busca de un restaurante que vimos a la mañana y nos pareció tenía buena pinta. Se va a cercando la hora de cenar. Llegamos al restaurante. Hay que hacer cola para entrar. Y con el hambre que tenemos!. El restaurante es Simbiosi. Ecológico. Y con una decoración muy curiosa.

Algo más de media hora de espera y por fin entramos. Nos tocan como compañeros de mesa tres matrimonios de Murcia y León por un lado y una pareja filandesa por el otro. La comida buena. Y abundante. Tanto que no llegamos a los postres. Y mira que el tiramisú apuntaba maneras!!.

Con el buche lleno nos vamos hacia el hotel. Hay que volver a hacer las maletas porque mañana nos vamos hacia Venecia!!.